martes, 28 de junio de 2011

El oso y la doncella

Había un oso, un oso, ¡un oso!
Era negro, era enorme, ¡cubierto de pelo horroroso!
¡Ven!, pedían las mozas. ¡Ven a la feria, oso!
¿A la feria?, dijo él. Pero si sólo soy un oso.
Negro, enorme, cubierto de pelo horroroso.

Por el camino andaban, siempre de aquí para allí,
tres niños, una cabra y un oso que bailaba,
bailaba dando vueltas, todo el camino a la feria.
¡La feria, la feria que ya está aquí!

Qué dulce que era ella, tan pura y tan bella,
la de miel en el cabello, la doncella, la doncella.
Olió su aroma en el aire. ¡Era el oso! ¡Era el oso!
Negro, enorme, cubierto de pelo horroroso.

Olió su aroma en el aire, parecido a la miel,
y soltó un rugido feroz, amargo como la hiel.
La doncella, la doncella no quiso bailar con el oso:
¡No bailaré nunca con un oso tan espantoso.

La levantó por los aires. ¡Alto y negro era el oso!
Yo quería un caballero, pero tú sólo eres un oso.
Negro, enorme, cubierto de pelo horroroso.

Ella lloraba y gritaba, hasta perder el resuello,
pero él buscó su cabello. ¡Su cabello! ¡Su cabello!
Toda la miel tan contento se puso a lamer de su pelo.

Tanto llanto y tanto grito abandonó tan feliz.
¡Mi oso!, cantó ella. ¡Ven aquí, oso precioso!
Y así se marcharon juntos, la damisela y el oso.
Por el camino andaban, siempre de aquí para allí.

lunes, 27 de junio de 2011

Improbable

La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad, que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer. Una periodista convertida en princesa. El 12-1 contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

viernes, 24 de junio de 2011

Estrellita


Ella perseguía una estrella, ella una joven niña aun, que soñaba con alcanzar las estrellas, con tocar con sus manos su luz, ella la princesa de un cuento con mil colores, ella con su sonrisa entrena.
La noche entraba ya en el firmamento, ella desde la ventana de su cuarto en el palacio de cristal miraba el cielo, mira a su estrella en el firmamento, las pequeñita de todas, escondida entre dos grandes estrellas, ay estaba la que ella quería la que ella se pasaba mirando día tras día, su luz era distinta, era cálida, era cercana,, y como cada noche ella le hablaba, le contaba todo lo que había hecho en el día, le susurraba canciones que aprendía, compartía con ella sus sueños y alegrías, con su pequeñita estrella.
Pero esa noche algo raro paso, su estrella no estaba donde siempre, la busco y la busco por el firmamento, pero no la encontraba, una pena inmensa recorrió su corazón, unas lagrimillas asomaron por sus suaves mejillas, y estando así sumida en la tristeza la vio pasar, una estrella fugaz, pero no una estrella cualquiera, no cualquier otra estrella fugaz como antaño tantas viera, esa era su estrella, su pequeña, cálida y dulce estrella, aquella a la que tantos sueños le confío estaba dibujando por el firmamento palabras de amor.
Y la vio bajar rápido como un rayo, la estrella dejo de estar en el cielo, con sus hermanas mayores y bajo a su mundo cerca de donde ella la podía tocar, pero no bajo a su palacio de cristal, cayo más haya de donde su vista podía alcanzar, pasados los paramos baldíos, más haya del río del olvido, cayo en una tierra en la que ninguna estrella había brillado jamás, en un lugar frío y solitario. y entonces lo vio claro, tenia que irla a rescatar, tenia que cuidar de su estrellita que tantas noches en silencio la había escuchado reír y llorar.
Y así emprendió un viaje, una aventura, cruzo los paramos baldíos, donde el horizonte no se acerca jamás, sus piececillos se hincharon del cansancio y del dolor, pero ella no desistió, no por su estrellita perdida en la soledad, cruzo el río del olvido en donde los amantes despechados encontraban su eterno descanso, pero ella no descanso, construyo una barquilla con las hojas de una palmera y los palos de un manzano, y remo durante tres días sin parar, y siguió caminando, y al final, más haya de donde cualquier hombre se atrevió a llegar allí la encontró, una estrellita pequeñita, chiquitita, tan pequeña que cabía en su manita, ayi estaba tiritando de frío y miedo, dando pequeños saltitos de un lado a otro.
Entonces ella le hablo, le hablo como siempre hacia, le contó todo lo que había pasado desde la noche que la vio caer del cielo, y la pequeña estrella dejo de saltar dejo de tener miedo, pues reconoció la voz y el corazón de la niñita que todas las noches le hablaba, y dio un ultimo salto y entro en su corazón, y desde entonces la niñita guardo en su corazón a la estrellita pequeñita, porque cuando se desea de verdad y con el corazón podemos hacer bajar a las estrellas y si luchamos con todo nuestro ser por encontrarnos con ella al final siempre en nuestro corazón quedaran y ya dará igual que haga frío o calor, porque siempre guardaremos en nuestro corazón la ilusión de las estrellas.

jueves, 23 de junio de 2011

A la luz de la luna

La luna reluce en el horizonte, la brisa mueve tu pelo suavemente, entre mis manos tus dedos entrelazados con los míos, la arena de la playa se siente fría en nuestro pies desnudos, el crepitar de las olas ensordece el murmullo de la muchedumbre que tras nosotros baila al ritmo de una vieja canción de los Rolling Stones, juntos y abrazados el cielo observamos y vemos pasar un diminuta estrella fugaz, como perdida en el universo, navegando sin rumba a paraísos inciertos, el olor a salitre impregna el ambiente, acaricio tu mejilla y de ti sale una dulce risilla, nos tumbamos y las estrellas miramos, miles, millones de ellas alumbrando el cielo con mil tonalidades distintas, con miles de mundos por descubrir. Te susurro al oído un cuento de mundos lejanos, mundos llenos de color, de emoción y de sabores por descubrir, te abrazo, paso mi dedo por tu espalda dibujando corazoncitos, y un escalofrío sube por tu cuerpo, me miras a los ojos, te miro a los ojos...

miércoles, 22 de junio de 2011

Mi sol.


Mi sol, mi cielo plagado de estrellas, iluminas mi vida, guías mis pasos, eres el calor que resguarda mi alma en el invierno, que nutre mi ser, tan presente en mi vida, tan constante en mis pensamientos, sin tu presencia mi vida solo seria oscuridad, sin tu belleza de nada valdría el poder el mundo contemplar.
Mi sol, mi firmamento, que estas siempre presente siempre tan cerca que parece que te pudiera tocar, pero al mismo tiempo nos separa un universo de infinita soledad. Tan lejana, tan distante y a la vez por un solo instante tu luz acaricia mi piel, siento tu calidez y me vuelve a dar esperanzas para seguir un día más, un segundo más en busca de felicidad, siempre dándolo todo sin pedir nada a cambio, siempre en lo alto de mi cielo.
Ojalá pudiera de nuevo volar, ojalá pudiera por un segundo a tu lado brillar, pero el tiempo paso, y ya solo me queda la esperanza, la ilusión y una triste canción.

martes, 21 de junio de 2011

Capitulo 1 entrada 1

La más profunda oscuridad lo envolvía todo, de repente un pinchazo tras la oreja, un dolor agudo que penetra en su cabeza, como si la taladraran, como si se hinchara poco a poco, su corazón se acelera, lo poco que le quedaba de conciencia se va poco a poco esfumando, como una bocanada de humo en el aire, poco a poco se va sumergiendo en un profundo sueño, ya deja de notar las asperezas del suelo, ya le dejan de doler las manos atadas a la espalda, ya deja de sentir el agobio del saco que le cubre la cabeza, ya cree que va a morir dentro de muy poco...

De rente despierta, el aire frío, helado, le corta la cara, le hiela las orejas, siente su piel desnuda a la intemperie. Abre los ojos y la luz lo ciega,rápido los vuelve a cerrar, pasan unos instantes y vuelve ha abrir los ojos, esta vez poco a poco, dejando que sus retinas se acostumbren gradualmente a la luz, mira a su alrededor, esta desnudo en mitad de la nieve, en la ladera de una montaña que jamas había visto en su vida, su cuerpo esta lleno de arañazos, cortes y magulladuras, en la nariz, la sangre reseca le impide respirar con normalidad, coge un poco de nieve del suelo y se limpia las heridas lo mejor que puede, se pone torpemente en pie y empieza a andar, no sabe hacia donde se dirige, no sabe como a llegado hay, solo sabe que tiene que marcharse de donde se encuentra, que tiene que llegar a algún lugar donde le puedan ayudar.

Era una mañana como otra cualquiera, lo que para el siempre era sinónimo de aburrimiento, el bar abierto desde las 8 de la mañana y tan solo había servido un par de cafés a dos ancianos que daban su habitual paseo matutino, igual que ayer, y que el día anterior, y que tantos días ya desde que algo memorable pasara que ni se acuerda de cuando fu la ultima vez que ocurrió algo digno de mención, pero como cada día no abandonaría su puesto hasta la hora establecida, hacia años que le prometió a su padre que lo esperaría allí y desde entonces día tras día hacia guardia en el destartalado bar que este le dejara a su cuidado . Ese viejo antro no había cambiado en años, las paredes pintadas de un verde oscuro estaban plagadas de raspaduras e incluso le faltaban por aquí y por halla algún que otro cacho,

Había perdido la noción del tiempo hace mucho rato, pero el diría que llevaba andando algo más de tres horas para cuando empezó a vislumbrar los primeros signos de civilización, unas marcas de neumáticos en la nieve, ahora se enfrentaba a otra difícil elección, ¿hacia que sentidos seguir las huellas?, la verdad es que no tenia mucho sentido el pararse a plantearselo por mucho tiempo pues el frío intenso estaba empezando a hacer mella en su cuerpo desnudo, así que eligió el camino que iba hacia abajo y empezó a andar de nuevo

martes, 14 de junio de 2011

Dos años

Parece mentira como pasa el tiempo, como sin darnos cuenta pasan los días uno tras otro, dandoles igual como estés tú, el tiempo siempre transcurre inalterable constante. Y sin darme casi cuenta ya han pasado dos años, dos largos años de tu ausencia, dos años de echarte de menos, de no oirte , de no verte, de no sentirte.
Han pasado ya dos años y aun te hecho de menos igual que el primer día, han pasado dos años y yo sigo estando solo en el mundo, han pasado dos años y te as perdido tan poco, el mundo sigue igual, poco a cambiado, y lo que a cambiado no se si a sido para mejor, han pasado dos años y aun me despierto creyendo oir tu voz.

domingo, 5 de junio de 2011

Tu Luz

Tu luz guía mis pasos, mi vida, tu luz en la fuente de todas mis alegrias… Tu luz ilumina mi inteligencia, mi paciencia y mi sabiduria, pero también tu luz significa manera infalible de acabar con un dolor infinito, con el hastío de la oscuridad.