lunes, 31 de octubre de 2011

Tardes en el parque

Fue un encuentro poco corriente entre el amor y la ternura,
en su camino no había duda: tenía nombre de flor.
Vivía rodeada de palabras, adjetivos traídos por los pelos,
verbos que crecían como la hierba... algunos se colaban de forma oscura,
pero ella atravesó mi cascarón y se coló con dulzura hasta mi corazón...

En las historias de amor no siempre hay sólo amor,
a veces no hay ni un "te quiero" y, sin embargo, queremos...
Fue un encuentro poco frecuente, la conocí por azar en un banco de la plaza,
no abultaba mucho, no era más grande que una paloma con sus pequeñas plumas...
Allí estaba, rodeada de palabras, nombres comunes como el mío....
Me dió un libro, luego otros, páginas que estallaron ante mis ojos...

No te mueras todavía, tienes tiempo, espera!
No es tu hora, pequeña flor, dame un poco más de tí...
dame un poco más de tu vida, espera...

En las historias de amor no siempre hay sólo amor,
a veces no hay ni un "te quiero" y, sin embargo, queremos...


domingo, 23 de octubre de 2011

Gracias.


Hace ya más de dos años de aquel día. Por un momento estuve a punto de no hacer nada, de dejarme caer en la absurdez de no ver lo que estaba ante mis ojos, de no aceptar lo que se me venia, de encerrarme mil días en la cama. No hubiera cambiado nada, pero lo tengo grabado en la memoria con tal fuerza que parece que fue ayer mismo. Y me sigo acordando de ella cuando escucho Gritando en silencio, cuando busco palabras en el diccionario, cuando tomo una hamburguesa en el Mc´Donals, cuando viajo en avión, cuando huelo a Mi aire, cuando alguien pide un vaso de horchata, (puaj), cuando como con palillos, cuando leo sentado en el suelo, cuando hay truenos, en algunos puentes, en algunas libretas, en algunos cines, en algún parking. Cuando tengo dudas personales, cuando tengo dudas familiares, cuando me duele algo , mucho, mucho... Cuando me duele el estómago porque se que NUNCA la volveré a ver, y cuando pienso en la gente que no volveré a ver...Ha sido un año muy duro, los que me conocéis lo sabéis. Un año de dejar marchar y volver a vivir adióses y despedidas, de aprender a vivir, de "nuncas", de "hasta siempre". Gracias a los que me han escuchado en silencio, a los que me abrazaron y me dejaron moquear, a los que estaban junto a mi, incluso en la distancia, a los que me arrancasteis una sonrisa a ultima hora, a los que me estáis enseñando a vivir de nuevo... por estar, por ser. Ya os sabréis el protocolo: hoy estaré raro, canturrearé todo el día y cenaré cualquier porquería. Y ahora. La canción:"porque en cada sitio que estoy se que me mira desde las estrellas, bailando con la luna: libre".

miércoles, 19 de octubre de 2011

La maravillosa ciudad de Tar

Y el viajero paro un instante, observo las maravillosas vistas que ante el se presentaban, y su alma se conmovió, al fin su camino llegaba a su final, la ardua senda que tantos años había recorrido al fin concluía, en unos pocos kilómetros llegaría a la maravillosa ciudad de Tar, esa ciudad donde los sueños siempre se cumplen, donde te encuentras con amigos, familia, amantes, esa ciudad donde los sueños siempre se cumplen, y visto ahora, desde el ultimo capitulo de su viaje parece como si todas las vicisitudes de su periplo fuesen solo una mota de polvo en el camino, como si todo lo sufrido solo fuera un pequeño precio por todo lo aprendido, porque ahora, a las puerta de Tar todo ese dolor deja de importar y los sueños empiezan a ser realidad.

lunes, 10 de octubre de 2011

Busco

Busco esa palabra con la que soñé el día que te conocí, esa palabra con la que te pueda transmitir lo que me haces sentir y con la que tal vez pueda un día más volverte a ver reír junto a mi.
Busco esa palabra en todo lo que ven mis ojos, en la sonrisa inocente de un niño en el metro, en el beso de unos enamorados frente al mar, en el millar de luces que iluminan esta ciudad, en los rayos de sol filtrándose por mi ventana que iluminan con un curioso brillo un puñado de libros.
Busco esa palabra con mis oídos, en una vieja canción de rock and roll en la que sueño con ir a L.A, en el alboroto de la calle donde una carcajada sobresale sobre, en unos acordes de mi guitarra, en el crepitar de las olas y en los susurros del viento.
Busco esa palabra con mi olfato, en el olor a pan recién hecho, en el aroma de un perfume conocido que me hace acariciar tu alma, en la esencia que desprende la hierba empapada por el rocio, en el aroma de un guiso hecho con el corazón.
Busco esa palabra con mi paladar, en el sabor a vainilla de un postre artesanal, en una comida rodeado de amigos en laque siempre te guardo un sitio junto al mio, en el sabor a sal de tu piel tras nadar en el mar.
Busco esa palabra con mis manos, en la suavidad que siente mi dedo al recorrer tu cuerpo desnuda a la luz de la luna frente a la gran ciudad, en la calidez de un abrazo en una noche de invierno, en la rudeza de mi pluma que por ti dibuja palabras sin cesar.
Busco esa palabra en todo lo que siento, en todo lo que soy y aún así no la soy capaz de encontrar, y me empiezo a preguntar si esa palabra con la que sueño noche tras noche desde el día en que te conocí, esa palabra capaz de en un movimiento de mi pluma hacerte sentir y ver lo que siento de veras existirá, o si por el contrario no hay en lengua alguna palabra capaz y una nueva tendré que para ti inventar.