Busco esa palabra con la que soñé el día que te conocí, esa palabra con la que te pueda transmitir lo que me haces sentir y con la que tal vez pueda un día más volverte a ver reír junto a mi.
Busco esa palabra en todo lo que ven mis ojos, en la sonrisa inocente de un niño en el metro, en el beso de unos enamorados frente al mar, en el millar de luces que iluminan esta ciudad, en los rayos de sol filtrándose por mi ventana que iluminan con un curioso brillo un puñado de libros.
Busco esa palabra con mis oídos, en una vieja canción de rock and roll en la que sueño con ir a L.A, en el alboroto de la calle donde una carcajada sobresale sobre, en unos acordes de mi guitarra, en el crepitar de las olas y en los susurros del viento.
Busco esa palabra con mi olfato, en el olor a pan recién hecho, en el aroma de un perfume conocido que me hace acariciar tu alma, en la esencia que desprende la hierba empapada por el rocio, en el aroma de un guiso hecho con el corazón.
Busco esa palabra con mi paladar, en el sabor a vainilla de un postre artesanal, en una comida rodeado de amigos en laque siempre te guardo un sitio junto al mio, en el sabor a sal de tu piel tras nadar en el mar.
Busco esa palabra con mis manos, en la suavidad que siente mi dedo al recorrer tu cuerpo desnuda a la luz de la luna frente a la gran ciudad, en la calidez de un abrazo en una noche de invierno, en la rudeza de mi pluma que por ti dibuja palabras sin cesar.
Busco esa palabra en todo lo que siento, en todo lo que soy y aún así no la soy capaz de encontrar, y me empiezo a preguntar si esa palabra con la que sueño noche tras noche desde el día en que te conocí, esa palabra capaz de en un movimiento de mi pluma hacerte sentir y ver lo que siento de veras existirá, o si por el contrario no hay en lengua alguna palabra capaz y una nueva tendré que para ti inventar.
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