domingo, 3 de marzo de 2013

Eres.

Eres un recuerdo que no soy capaz de olvidar,
ese error con el que siempre me quise volver a equivocar.
Eres la promesa que le hice al viento,
los ojos cerrado antes del primer beso,
el sabor amargo de esa despedida que siempre evitamos,
la resaca de una noche cantando bajo la luna.
Eres una poesía de Neruda,
un versos sin principio ni final,
un mes de mayo en mi otoño,
una copa de más en un bar apunto de cerrar.
Eres el cine a color para un ciego de corazón inesperto en todo esto del amor.
Eres el sueño con el que de niño siempre quise soñar.
Eres un orgasmo en una cama desecha, empapada de sudor y lagrimas de felicidad.
Eres una droga a la que siempre seré adicto,
el fuego que calienta mi alma y carboniza mi corazón,
el mar en el que reposan mis mejores recuerdos.
Eres mis cinco minutitos más antes de despertar e ir a trabajar.
Eres mi excusa para sonreír todos los días,
una idea que se desliza por mi alma y se aferra a mi corazón.
Eres un baile dando muchas muchas vueltas cogidos de las manos,
una borrachera de ilusiones con sabor a miel, romero, azafrán y limón.
Eres unos ojos profundos que desnudan mi alma.
Eres al fin y al cabo una idea en la que me gusta pensar.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Brindis

Un brindis por hoy, por esos días por venir, por las cosas lindas que nos quedan por vivir y, por qué no, por tantos desaciertos. A fin de cuentas somos seres humanos y muchas veces nos equivocamos, sobre todo cuando es el corazón el que manda... Por seguir siguiendo al corazón y coquetear con la intuición, por seguir creciendo y esquivando las rutinas. Por seguir soñando en un rincón y seguir creyendo que hay alguien que me endereza de un tirón la puntería. Por ir siempre detrás de lo que siento, por morir de tanto en tanto y seguir aquí. Por los desiertos que crucé, por los atajos que esquivé, por las batallas que pintaron mis heridas. Por los incendios que provoqué, por los fracasos que me probé, por regalarle a la intuición el alma mía. Por los festejos que resigné, por los amigos que extrañé, por los domingos muy lejos de mi familia. Por las almohadas que conocí, por las canciones que aprendí, por los recuerdos que parecen de otras vidas (snif). Por las palizas que esquivé, por las traiciones que compré, por los enojos que me hicieron mostrar los dientes. Con mil abrazos me cuidé, con mil amores me curé, juntando heridas sigo creyendo en la gente. Y en esas noches de luna, donde los recuerdos son puñal me abrazo a mi guitarra y canto fuerte mis plegarias y algo pasa, pero ya nada me va a cambiar...

 Soledad Pastorutti

martes, 4 de septiembre de 2012

Como ayer

Lo recuerdo todo como si hubiera sido ayer...
El olor a sal del mar...
La noche recorriendo con un escalofrío mi espalda...
El sabor de una copa en los labios...
Una vieja canción recuperada de un cajón sonando de fondo...
Estamos tirados en el suelo de la terraza, es el principio del verano, y yo no quiero que esa noche acabe nunca, te miro de reojo, y sin poder evitarlo me sonrojo... Hablamos de tonterías...
Cantamos juntos al viento...
Nos reímos y poco a poco el resto se van durmiendo.
Recuerdo esa noche como si me fuera la vida en ello, y lo que más recuerdo es como me sentida...
En una extraña encrucijada, no entendía como podía estar sonriendo, no comprendía como podía ser feliz, como aún a pesar de creer que nunca más podría volver a reír estando junto a ti me resultaba tan fácil, y es que sentía que mientras mi mundo se desmoronaba, tu, ladrillo a ladrillo, beso a beso, me ayudabas a construirlo de nuevo, más grande, más fuerte y sobre todo más bello.
Las estaciones pasarán, acumulare nuevos recuerdos, algunos malos, otros buenos, mi vida cambiara mil veces, puede que algún día vuelva a donde pertenezco, puede que ya este donde debo, pero lo único que mi corazón sabe como cierto es que jamas olvidare de ti ni un solo momento.

jueves, 30 de agosto de 2012

Palabritas

Lejanos recuerdos acuden a mi mente,
olvidados momentos llegan de repente,
leo en mi memoria el significado
atentamente grabado.
Tengo sueños que cumplir,
escucho el sonido de mi corazón latir,
queriendo salirse de mi pecho,
un latido infinito...

Innumerables latidos
ensanchan mi alma,
recuerdo tus besos
objeto de mi deseo.
creo verte en el cielo,
observo el horizonte,
no te veo...
Te añoro y recuerdo,
ojalá estuvieras aquí,
dandome una pequeña parte de ti,
ojalá no nos separásemos nunca,
mas es en esta añoranza, en este
intenso recuerdo tuyo,
cuando caigo en la cuenta de..

Odas para ti siempre hay escritas,
retales que mi alma te dedica,
amaneceres infinitos...
zumbidos de mi mente,
oraciones para ti siempre presentes...
nada más que unas palabritas...

lunes, 30 de julio de 2012

Tropico de Capricornio

Todo lo que ocurre, cuando tiene importancia, es contradictorio por naturaleza. Hasta  que no apareció aquella para la que escribo esto, pensaba que las soluciones para todas las cosas se encontraban en algún lugar exterior, en la vida, como se suele decir. Cuando la conocí, pensé que estaba aperhendiendo la vida, aprehendiendo algo en que podría hincar el diente. En lugar de eso, la vida se me escapó de las manos completamente. Extendí los brazos en busca de algo a que apegarme... y no encontré nada. Pero, al hacerlo, con el esfuerzo por aferrarme, por apegarme, a pesar de quedar desamparado, descubrí algo que no había buscado: a mí mismo. Descubrí que lo que había deseado toda mi vida no era vivir (si se llama vida a lo que otros hacen), sino expresarme. Comprendí que nunca había sentido el menor interés por vivir, sino sólo por lo que ahora estoy haciendo, algo que es paralelo a la vida, pertenece a ella al mismo tiempo, y la sobrepasa. Lo verdadero me interesa poco o nada, y tampoco lo real, siquiera; sólo me interesa lo que imagino ser, lo que había asfixiado día a día para vivir. Que muera hoy o mañana carece de importancia para mí, nunca la ha tenido, pero que ni siquiera hoy, tras años de esfuerzo, pueda decir lo que pienso y siento... eso sí que me preocupa, me irrita. Desde la infancia me veo tras la pista de ese espectro, sin disfrutar de nada, sin desear otra cosa que ese poder, esa capacidad. Todo lo demás es mentira: todo lo que haya hecho o dicho en cualquier época que no tuviera relación con eso. Y ésa es, en gran medida, la mayor parte de mi vida.


Henry Miller "Tropico de Cancer".

lunes, 2 de julio de 2012

La miraba

La miraba en silencio, embriagado por su belleza, las palabra se amontonaban en su cabeza y le resultaba imposible escoger las adecuadas, quizás por eso nunca le decía nada... y solo podía mirarla embobado, sin pestañear... para no perder ni un segundo de su presencia, intentando memorizar cada segundo que pasaba con ella, como si recordando todo, rememorando todo, llegara el día en que pudiera por fin decirle todas esas palabra que ahora se amontonaban en su cabeza.
Pero sentía como poco a poco el tiempo se le escapaba entre las manos, como cada segundo que pasaba sin decirle que la amaba era un segundo desperdiciado, lo sentía tan profundamente en su alma, tan intensamente en su corazón... Pero a pesar de sentirlo con tanta claridad, siempre era lo mismo, siempre la miraba en silencio, muy callado para escuchar cada suspiro que de ella salía, y las pocas palabras que a ella le dedicaba siempre le resultaban insulsas infantiles, como ocultando su verdadera esencia, su verdadera naturaleza. 

sábado, 19 de mayo de 2012

Mi musa

Empezó siendo un sueño en mi mente,
una idea que me desvelaba por el día y por las noches,
no dejandome pensar en otra cosa que no fuera en ella,
en su sonrisa,
en su forma de hablar,
de mirar,
en el universo que ocultan sus ojos de infinita bondad,
por ella  escribí mil versos que nadie jamas leerá,
las frases más bonitas acompañadas de su nombre empezaron de mi alma a brotar,
y poco a poco,
casi sin darme cuenta,
como el que se sumerge en un sueño de infinita felicidad la empecé a amar
con toda la fuerza y la ilusión que me permitía mi marchitado y maltrecho corazón,
ella fue la cura a mi desolación,
la única y verdadera razón por la que reía,
por la que vivía,
la que hacia que desaparecieran las lágrimas de mi interior,
pocos podrán presumir haber amado a un ángel, a una diosa,
más así me sentía yo,
infinitamente lleno de felicidad,
y por ello me atreví a amar como nadie amo jamas,
pero entonces termina el sueño...
se oye un llanto,
soy delirio,
soy todo confusión,
soy solo un verso que esta equivocado,
soy solo un corazón que perdió su amor.

domingo, 22 de abril de 2012

La primera vez.

La primera vez que quedamos para que fuera la última, empezamos a confiar, a comprendernos y a querernos. Recuerdo como busque las palabras adecuadas, aquellas que como las noches, tienen una magia especial, esas palabritas que me ayude a justificar nuestra absurda e inquietante existencia. Recuerdo que las busque y que aún las sigo buscado cada vez que quedamos para que sea nuestra ultima vez. Pero no puedo evitar el alegrarme de no haberlas encontrado porque significan que forzosamente te tendré que ver otra vez.

domingo, 25 de marzo de 2012

No lo entiendo.

No entiendo nada... no se lo que le pasa... lo he intentado todo, todo lo que se me a ocurrido y aún así no reacciona...
Es como si no quisiera seguir adelante... como si anclado a un viejo recuerdo del pasado estuviese mejor...
De veras que e intentado todo lo humanamente posible y aún así no consigo nada, ni un simple gesto de mejoría, y me mata verlo así, taciturno, encerrado en si mismo día y noche... no deja que nadie se acerque, es como si nadie pudiera aportarle nada, solo cuando de vez en cuando ella pasa de vuelta y la ve a través de la ventana pareciera que se dibuja una tímida mueca de felicidad en el...
Pero luego es peor, cuando vuelve a ser consciente de que ella es solo un ilusión difusa del pasado todo vuelve a empeorar, se vuelve a encerrar, no deja ni que las palabras susurradas al oído de un nuevo y cierto amor lleguen asta el...
¿Esta situación es... simplemente absurda no cree usted?

viernes, 23 de marzo de 2012

La poesía existe o no existe.

La poesía existe o no existe; eso es todo. Si es, es con tal evidencia, con tal imperial y desafectada seguridad que se me pone por encima de toda posible defensa, innecesaria. Su delicadeza, su delgadez suma, es su grande invencible corporeidad, su resistencia y su victoria.

Por eso considero la poesía como algo esencialmente indefendible. Y, claro es, en justa correlación, esencialmente inatacable. La poesía se explica sola, sino no se explica. Todo comentario a una poesía se refiere a elementos circundantes a ella, estilo, lenguaje, sentimientos, aspiración, pero no a la poesía misma. La poesía es una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o menos cerca, se recorre más o menos camino; eso es todo. Hay que dejar que corra la aventura, con toda esa belleza de riesgo, de probabilidad, de jugada. “Un coup de dés jamais n´abolira le hasard”. NO quiere decir eso que la poesía no sepa lo que quiere; toda poesía sabe, más o menos, lo que se quiere; pero no sabe tanto lo que se hace.

Hay que contar, en poesía más que en nada, con esa fuerza latente y misteriosa, acumulada en la palabra debajo, disfrazada de palabra contenida pero explosiva. Hay que contar, sobre todo, con esa forma superior de interpretación que es le malentendu. Cuando una poesía está escrita se termina, pero no acaba; empieza, busca otra en sí misma, en el autor, en el lector, en el silencio. Muchas veces una poesía se revela a sí misma, se descubre de pronto dentro de sí una intención no sospechada. Iluminación, todo iluminaciones. Que no es lo mismo que claridad, esa claridad que desean tantos honrados lectores de poesías. Estimo en la poesía sobre todo la autenticidad, luego la belleza. Después el ingenio.

Mi poesía está explicada en mis poesías. Nunca he sabido explicármela de otra manera, ni lo he intentado. Si me agrada el pensar que aún escribiré más poesías, es justamente por ese gusto de seguir explicándome mi Poesía. Pero siempre seguro de no escribir jamás la poesía que lo explicará todo, la poesía total y final de todo. Es decir con la esperanza ciertísima de ir operando siempre sobre lo inexplicable. Ésa es mi modestia".

Gerardo Diego, Antología de la poesía. 1934