domingo, 3 de marzo de 2013

Eres.

Eres un recuerdo que no soy capaz de olvidar,
ese error con el que siempre me quise volver a equivocar.
Eres la promesa que le hice al viento,
los ojos cerrado antes del primer beso,
el sabor amargo de esa despedida que siempre evitamos,
la resaca de una noche cantando bajo la luna.
Eres una poesía de Neruda,
un versos sin principio ni final,
un mes de mayo en mi otoño,
una copa de más en un bar apunto de cerrar.
Eres el cine a color para un ciego de corazón inesperto en todo esto del amor.
Eres el sueño con el que de niño siempre quise soñar.
Eres un orgasmo en una cama desecha, empapada de sudor y lagrimas de felicidad.
Eres una droga a la que siempre seré adicto,
el fuego que calienta mi alma y carboniza mi corazón,
el mar en el que reposan mis mejores recuerdos.
Eres mis cinco minutitos más antes de despertar e ir a trabajar.
Eres mi excusa para sonreír todos los días,
una idea que se desliza por mi alma y se aferra a mi corazón.
Eres un baile dando muchas muchas vueltas cogidos de las manos,
una borrachera de ilusiones con sabor a miel, romero, azafrán y limón.
Eres unos ojos profundos que desnudan mi alma.
Eres al fin y al cabo una idea en la que me gusta pensar.

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