Un brindis por hoy, por esos días por venir, por las cosas lindas
que
nos quedan por vivir y, por qué no, por tantos desaciertos. A fin de
cuentas somos seres humanos y muchas veces nos equivocamos, sobre todo
cuando es el corazón el que manda... Por seguir siguiendo al corazón y
coquetear con la intuición, por seguir creciendo y esquivando las
rutinas. Por seguir soñando en un rincón y seguir creyendo que hay alguien que me endereza de un tirón la puntería. Por ir siempre detrás de
lo que siento, por morir de tanto en tanto y seguir aquí. Por los
desiertos que crucé, por los atajos que esquivé, por las batallas que
pintaron mis heridas. Por los incendios que provoqué, por los fracasos
que
me probé, por regalarle a la intuición el alma mía. Por los festejos
que resigné, por los amigos que extrañé, por los domingos muy lejos
de mi familia. Por las almohadas que conocí, por las canciones que
aprendí, por los recuerdos que parecen de otras vidas (snif). Por las
palizas que esquivé, por las traiciones que compré, por los enojos que
me
hicieron mostrar los dientes. Con mil abrazos me cuidé, con mil amores
me curé, juntando heridas sigo creyendo en la gente. Y en esas noches
de luna, donde los recuerdos son puñal me abrazo a mi guitarra y canto
fuerte mis plegarias y algo pasa, pero ya nada me va a cambiar...
Soledad Pastorutti