martes, 16 de agosto de 2011

Caricias.

Mis dedos se deslizan por tu cuerpo, recorro con ellos suavemente cada centímetro de tu ser, como si me fuera la vida en ello memorizo cada pequeño detalle de el, y suavemente sigo recorriendo tu cuerpo con mis dedos, acariciándote de esa forma que solo yo te se acariciar y en la que solo tu me dejas acariciarte... entonces un poco más... un dedo se desliza sobre ti, te tensa, y un leve suspiro se te escapa, me apasiona, me excita, me inquieta, me inspira, y solo me deja con ganas de más... empiezo de nuevo, te vuelvo a tocar, a acariciar, de arriba a bajo, de abajo arriba,al principio con calma, con serenidad, haciendo un lento recorrido con la yema de mis dedos, empapandome de ti. de todos tus pequeños recovecos, de cada minúscula partícula de tu forma,con calma, con serenidad, estudiando todo, viendo todas tus reacción cuando mis dedos se deslizan por un sitio u otro de tu cuerpo, aprendiendo a tocarte de nuevo,y un nuevo suspiro apasionado nace de ti... y poco a poco la suavidad va dejando espacio a la más descontrolada pasión, mis dedos vuelan sobre ti, dirías que tengo mil manos, lo toco todo, y tu haces salir de ti un alarido de pasión, de placer, de extasis infinito, pero no me conformo y sigo haciéndolo, mis manos enteras recorren ahora tu cuerpo, se deslizan sobre tu piel, haciéndote sentir el mayor éxtasis del mundo, y me lo recompensas dejando oírlo de nuevo, dejandome asombrado de nuevo, pues de ti vuelvo a oír esa vieja canción de rock and roll que un día me aprendí, esa canción que creí olvidada y que una vez más he podido tocar gracias a ti.

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